Sindbad en el país del sueño, de Juan Miguel Aguilera

Sindbad en el país del sueñoA Juan Miguel Aguilera, según el agradecimiento final de Sindbad en el país del sueño, le interesaba escribir una novela de fantasía oriental. Y según la dedicatoria inicial siente admiración por Ray Harryhausen… De ahí que esta novela tenga algo de Las mil y una noches y de las películas de Simbad rodadas por el maestro de los efectos especiales. Pero se pueden encontrar más referencias en su interior. Una es a Vathek, de William Beckford, obra gótica-oriental inspirada por la primera traducción occidental de Las mil y una noches presente en el nombre de la ciudad destino de este viaje de Sindbad, y en la atmósfera de toda la narración, aunque por supuesto sin su perversidad. Beckford también usó como personaje a Eblis, trasunto de Lucifer para los musulmanes. Además está, y no es coña, La guerra de las galaxias en la batalla de las alfombras voladoras, en mi opinión subconscientemente (o quien sabe si conscientemente).

Tras la pista que encuentra en el diario de un artesano misteriosamente desaparecido, Sindbad inicia su viaje para colmar su ansia de aventuras y, cómo no, para ayudar a una mujer de escándalo. Curiosamente, y tomando como base lo “avanzado” de la ciencia del mundo árabe en la supuesta época en que se desarrolla, la novela tiene ciertos toques steampunk. Muchas de las referencias a personas reales son de científicos de la antigüedad que al no vivir en la oscura edad media europea elaboraron ideas que no verían su desarrollo hasta la modernidad (como por ejemplo la teoría de la evolución y el uso del vapor como sistema de propulsión).

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Frenesí gótico

Frenesí gótico

Frenesí gótico

En el principio fue lo gótico, y luego vino el resto. Antes de que J. R. R. Tolkien, George R. R. Martin, Isaac Asimov, Theodore Sturgeon, Stephen King y H. P. Lovercraft nos deleitasen con sus creaciones, fue el tiempo de Ann Radcliffe, Horace Walpole, Matthew G. Lewis, Charles R. Maturin, William Beckford y Mary Shelley. Y sin estos inmensos precursores ni la ciencia ficción, ni el terror, ni la fantasía existirían hoy en día tal como los conocemos.

La literatura gótica nació dentro de la marea romántica como una respuesta a la Ilustración del XVIII. Frente al gusto por lo racional y científico, por lo equilibrado y clásico, el género gótico es todo lo contrario, desmesurado, irregular, caótico y fantástico. Cuando la ciencia arroja del acervo popular las creencias en lo sobrenatural una serie de autores deciden introducirlas dentro del terreno de lo literario.

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