Si me dicen hace diez o quince años que después de tirarme la vida caminando por el lado más snob de la ciencia ficción, los escritores del género cuyo trabajo seguiría con más interés serían autores de cf dura, me hubiera dado un ictus. Pero, paradojas de la vida, hay ahora mismo un par de autores (podríamos estirar muuuucho el chicle para incluir a otro más) que han incorporado a su discurso literario, sólidamente basado en las ciencias duras, inquietudes hasta hace muy poco reservadas a los estirados de la cf más de aquella manera, básicamente, darse cuenta que el hard puede ser una herramienta extremadamente útil para entender al ser humano, cómo funciona el mundo y la relación entre ambos. Si la cosa evoluciona bien (puf) ya no sólo se podrá leer cf dura sin dar vergüenza propia y ajena entre los amigos de tertulia literaria, sino que hasta incluso le puede dar un punto transgresor y guay.
Uno de estos cultivadores del hard con chaqueta de cuero podría ser el británico Ian Sales, cuyo Apollo Quartet, tetralogía de relatos sobre la carrera espacial en un universo cuántico, es una de las obras de ciencia ficción más interesantes y originales que he leído últimamente.