Hace un par de semanas comentaba cómo no se debía hacer una edición directamente para el mercado del libro electrónico. Hoy quiero comentar un ejemplo mejor orientado que, creo, alumbra un posible camino para la edición en formato digital… si realmente existe un modelo de negocio viable. En este punto reconozco que me resulta complicado argumentar contra el gran miedo de la industria más reacia a entrar en él, debido los escasos libros en formato electrónico que compran las personas que conozco. No obstante o se entra ya a establecer el mercado, con todas las consecuencias, o se perderá de manera definitiva la oportunidad que se debía haber aprovechado hace cuatro o cinco años cuando arrancaba el tema. Pero me estoy aventurando en terreno pantanoso…
Fatalibelli es una editorial digital especializada en literatura de ciencia ficción, fantasía y terror que apuesta por un modus operandi en las antípodas del camino que siguen el 99% de las editoriales profesionales: nada de edición en papel, precio muy competitivo (alrededor de 5 euros) y fuera cualquier tipo de DRM (ese sistema “anticopia” que pone palos en las ruedas de los que quieren comprar libros fuera de los ecosistemas cerrados de Amazon o Apple). Además apuestan claramente por la narrativa breve de autores extranjeros, un formato particularmente interesante para la edición digital. Te llevas tu lector de 200 gramos, tu teléfono, tu tablet… y te lees un cuento en el trayecto de ida y vuelta al trabajo, mientras esperas a tu niño a la puerta del colegio, en esa media hora que tienes antes de dormir…