Operación Proteo, de James P. Hogan

Operación Proteo

Operación Proteo

Sospecho que James P. Hogan a la hora de escribir Operación Proteo no se propuso, en ningún momento, revolucionar la ciencia ficción o crear una obra literaria perdurable y emocionante. Y, desde luego, lo consiguió; este libro no es ninguna de estas cosas. Creo, más bien, que intentó elaborar un producto de consumo rápido sin mayor trascendencia y cuyo único objetivo fuese hacer pasar un buen momento a un lector cómplice que buscase una obra de evasión sin pretensiones, un pasarratos destinado a unas vacaciones playeras o a un viaje largo de tren o avión. Y en este sentido, he de reconocer que Hogan acierta de lleno. En efecto, Operación Proteo se lee, a pesar de su tamaño, en un suspiro y proporciona una sana e inocua diversión que se olvida tan pronto como uno cierra la última hoja. Nada en este libro es perdurable ni digno de reseñar. Pero, igualmente, es difícil no dejarse atrapar por la historia y leerla con una sonrisilla de deleite en la cara.

Operación Proteo, por tanto, tiene más que ver con los bestseller al uso que con la ciencia ficción con pretensiones. Es cierto que en esta novela hay un cierto aroma a Cronopaisaje de Gregory Benford, pero, siendo sinceros, pesa más la parte de superventas que la especulativa: múltiples personajes de una pieza y más bien planos, variados escenarios, tensión sin límites, buenos intachables y malos de tebeo, continuas vueltas de tuerca, romanticismo, acción, falta total de verosimilitud –sin complejos, eso sí– y, cómo no, el consiguiente final feliz. De hecho, tengo la sospecha de que esta novela podría haberse escrito sin la parte de ciencia ficción y funcionar casi exactamente igual; lo único que hubiera ocurrido es que en la librería se colocaría en la sección de hazañas bélicas en vez de en la de literatura fantástica.

Sigue leyendo

Camuflaje, de Joe Haldeman

Camuflaje

Camuflaje

Camuflaje confirma una desafortunada tendencia en la obra de Joe Haldeman: como tenga premio, mal rollo. Tras los sucesivos fiascos de Paz interminable o El engaño Hemingway, que lograron reconocimientos por encima de alguna obra manifiestamente más redonda como Compradores de tiempo, Camuflaje viene a resultar una nueva decepción. Y, además, ofrece una lectura trágica sobre el estado de la ciencia ficción «de género», del tipo de libros que es publicada como ciencia ficción y obtiene galardones.

Esta novela ganó el Nebula. El premio que conceden los propios escritores. ¿Dónde encontraron esos profesionales, gente que debería tener la capacidad de juzgar el mérito en la elaboración de una novela, algún valor sobresaliente a este pasarratos inane, a esta pizpireta revisitacioncilla de algunos de los más rancios topicazos del pulp? ¿De veras la situación es tal que alguien piensa que en todo el año 2004 no se publicó ninguna novela mejor que ésta?

Quiero decir, ¿no es una tragedia?

Sigue leyendo

Infiltrado, de Connie Willis

Infiltrado

Infiltrado

Un primer consejo para quien desee leer Infiltrado: olvide que ha ganado el premio Hugo 2006 a la mejor novela corta porque se verá condicionado a la hora de abordarla. Más que una obra de ciencia ficción nos encontramos ante una novela corta de serie negra de corte clásico.

Por un lado cuenta como protagonista con ese detective perdedor curtido en mil batallas, que vive con lo justo y cuya voz en primera persona nos narra las pesquisas que realiza, disfrazado por Connie Willis de periodista de una revista de segunda, “El ojo cínico”, especializada en desenmascarar los fraudes y engaños cometidos por santeros, pitonisas, mediums,… Por otro lado tenemos a la “femme fatal”, esa mujer atractiva y enigmática que trae de cabeza al protagonista, que le presenta el caso y lo embauca para que se ocupe de él. Sólo que aquí, en vez de usar a la típica cliente que contrata los servicios del protagonista, la “camufla” de joven rica ex-actriz de Hollywood que, aburrida de la farándula, quiere dar sentido a su vida trabajando como ayudante del periodista para desenmascarar a todo farsante místico que se ponga por delante.

Sigue leyendo

Starplex, de Robert J. Sawyer

Starplex

Starplex

El espacio: La Frontera Final. Estos son los viajes de la nave espacial Enterprise. Su misión durante los próximos 5 años: encontrar nuevos mundos. Descubrir nuevas vidas y nuevas civilizaciones … Atreverse a ir a donde nadie ha llegado antes

Ésta es la entradilla que servía de preludio a cada episodio de la serie original de Star Trek y que, con las correspondientes variaciones, ha sido el motor argumental de dicha franquicia desde su inicio hace ya cuarenta años. Una serie de televisión que ha trascendido el medio para convertirse en un icono pop, reverenciado hasta la idolatría, desmontado con saña, parodiado una y otra vez. Desde el ambiente más literario de la ciencia ficción, aunque ha contado con un importante número de seguidores, generalmente se ha visto como una banalización de muchos de sus temas y un retorno a la ciencia ficción más pulp de los años 30 y 40, incluidos un cuidado mínimo de los aspectos científico-tecnológicos del argumento y una estética hortera difícil de tragar más allá del entorno aficionado. Starplex se puede ver como una respuesta a esta circunstancia. En ella, uno de los escritores más fieles a la tradición norteamericana del género, Robert J. Sawyer, abordó –a mediados de los años 90– una actualización de estas historias de exploración espacial, quitándole cualquier reminiscencia camp y aportando su habilidad para divulgar ideas en la frontera de la ciencia del momento. Una obra en clave eminentemente positiva, antropocéntrica y filotecnológica que, creo, funciona como lo que es: una aventura de Star Trek sin los personajes de la Entreprise –aunque aquí es posible que me esté columpiando porque, la verdad, apenas conozco las películas; es lo que tiene haber vivido en una comunidad sin televisión autonómica–.

Sigue leyendo