Mundos y demonios es la “segunda” novela de Akasa-Puspa según el canon oficial establecido por Juan Miguel Aguilera. Novela que sabe sobreponerse a un comienzo un tanto insípido y desilusionante para llegar a un desenlace de lo más interesante, repleto de grandiosidad y sentido de la maravilla. Globalmente, quizás, supone un pequeño paso atrás respecto a su anterior novela, Rihla. Pero resulta una apasionante historia de aventuras en el espacio desarrollada con un notable pulso narrativo y un talento excepcional para la descripción de esos escenarios que los yanquis califican como “más grandes que la vida”.
Porque Akasa-Puspa es un lugar que se hace necesario visitar. Un cúmulo globular que ha arrancado nuestro sistema solar de la Vía Láctea donde, 25 millones de años en el futuro, nuestros descendientes viven enzarzados en un combate a tres bandas aparentemetne sin fin. Un paisaje donde una especie alienígena técnicamente más atrasada, los angriffs, ha descubierto la Esfera en la que se encuentran encerrados nuestro antiguo sol y unos planetas que no se parecen en nada a los que podemos observar en nuestro cielo nocturno. Un lugar donde dos de las facciones humanas preparan una expedición hacia la Esfera para descubrir qué ocurrió con los colonos que viajaron allí años atrás huyendo de la guerra. Una realidad ajena a lo que pasa en la Galaxia, donde están ocurriendo acontecimientos de dimensiones ciclópeas.