Las Nieblas de Everness es el segundo volumen que cierra la duologia de La Guerra de los sueños, de John C. Wright. Lo primero que podemos observar en esta novela es el cambio en la edición respecto a la primera entrega. No sólo encontramos un nuevo traductor y una estilo de letra diferente –por cierto, mejorada–, si no que además la cubierta también «canta» si la comparamos con la primera novela… ¿O no? Porque aquí es donde empiezo a mirarme el libro con cierta suspicacia. Si uno busca un poco por internet puede encontrarse con dos diseños de cubierta diferentes dependiendo de en qué librería/tienda virtual busque el libro: un diseño siguiendo la línea del primer volumen, «fino», de un azul difuminado con la misma imagen que su predecesora… y otro –el que nos ocupa– de fondo negro, más basto, donde la imagen queda decapitada por arriba, el título y el autor se encuandran abajo… y que despide un aire como a incompleto. Lo más preocupante es que si miramos las páginas de las dos «versiones» diferentes vemos que un volumen tiene 384 páginas mientras que el otro 368. Así pues, ¿faltan páginas en una de las ediciones?
Pero mejor centrémonos en el libro, cosa que no es fácil. Estos días hará más o menos un año que leí El último guardián de Everness, la primera parte de esta duología que narraba la intensa relación entre el mundo de los sueños y nuestra realidad inmediata. Una aventura épica donde las fuerzas del mal, de la oscuridad, luchaban para entrar en nuestro mundo y donde una saga familiar estaba encargada de vigilar su llegada para despertar las fuerzas de la luz, las cuales según la profecía las vencerían. Nada de nuevo sobre la mesa pues, pero el hecho que un autor como John C., Wright, conocido más en el ámbito de la ciencia ficción, intentara dar una nueva visión sobre el eterno enfrentamiento del bien contra el mal, me llamaba la atención.