Junot Díaz no es un narrador prolífico; en su haber sólo cuenta con una novela, La maravillosa vida breve de Óscar Wao, y dos colecciones de relatos. Así es como la pierdes es la última de ellas, traducida hace unos meses y un tanto decepcionante. Apenas tres o cuatro de sus nueve relatos escapan de la mediocridad. El resto son meras repeticiones de un lugar común devaluado con cada iteración. Historias tan escasas de frescura y de sentido que ponen en tela de juicio cualquier proceso de selección que hayan podido atravesar.
El relato clave para entender Así es como la pierdes es “Guía de amor para infieles”. La historia de un hombre que engaña y pierde al amor de su vida para, durante cinco años, quedar marcado por su recuerdo. La manera elegida por el protagonista para desplegar su mapa de relaciones fracasadas resulta sumamente atractiva, con esa sorna caribeña tan característica de Díaz en la cual se suceden ingenio y autocrítica. Merece especial atención la imposibilidad del dominicano medio para mantener una relación monógama; un imperativo sociocultural, si no genético, observable tanto en su narrador como, sobre todo, a través de su mejor amigo: Elvis. Un antiguo soldado “felizmente” casado que mantiene una pseudofamilia paralela en la República Dominicana. Hay gotas de desarraigo, del peso de roles heredados y mucha añoranza de la vida tal y como debiera haber sido y no fue.