En ciertos aspectos, Más verde de lo que creéis es un libro de actualidad: habla de una catástrofe ecológica provocada por la humanidad y llevada hasta sus últimas consecuencias por su estupidez. Sin embargo, es un libro al que difícilmente podrán acceder los lectores actuales si no es a través de una librería de viejo, por razones sencillas de explicar.
Ward Moore es un autor que nunca ha tenido una etiqueta más allá de la de clásico menor. Ahora mismo no creo que haya ningún aficionado que le tenga ni mínimamente presente. Se le recuerda apenas por dos novelas: la que vengo a comentar y la ucronía Lo que el tiempo se llevó, que Bibliópolis tiene anunciada desde hace unos cinco años y no ha publicado. Ambas son de una extensión inconvenientemente breve para lo que se estila ahora y no pasan de resultonas. En las monografías anglosajonas se cita también un cuento, “Lot”, que tiene una sola traducción al español del año 66, a cargo del mítico (por así decir) F. Sesén. Todo sumado da como resultante una casi absoluta imposibilidad de que este libro, publicado originalmente en 1947 y reimpreso por última vez en castellano en 1985, vuelva a circular por ahí. Se supone que las ediciones electrónicas nacieron para estas cosas; veremos.
Es una pena, como decía, porque posiblemente Más verde de lo que creéis es el primer acercamiento de la historia de la literatura a los problemas resultantes de la manipulación humana de la ecología global. Bien es cierto que desde una perspectiva muy de los años cuarenta, pero con ocasionales aciertos indudables. La trama arranca en torno a una típica -de manera atípica- figura del origen del género: el científico loco. Por mucho que Moore se empeñe en usar un espejo deformante para retratar a la creadora del producto que hará enloquecer a la hierba, convirtiéndolo en una mujer gigantona, obesa y con un ocasional aura mística, a la postre es el chiflado solitario con bata habitual.