Tim Maughan es inglés, se declara admirador de William Gibson y escribe ciencia ficción de los próximos cinco minutos. Tres cosas que si las leo en una entrevista van a hacer que pique sí o sí. Y siendo ahora tan fácil como acudir al Imperio del Mal Cultural Que No Paga Impuestos y descargar a un precio irrisorio “Paintwork”, una brevísima antología de tres relatos autopublicados hace año y medio (sí, siempre llego así de tarde a todo), pude comprobar enseguida si mi intuición era correcta o había metido la pata .
Como digo, Tim Maughan escribe cf de los próximos cinco minutos, mejor dicho, de los próximos treinta segundos. Un escritor que ha logrado sacar la cabeza del culo, con perdón, más interesado en el mundo que le rodea que en la Singularidad y otras zarandajas, obsesionado con la omnipresencia de la tecnología y sobre todo internet y su influencia en la dinámica social en general y en personajes de la calle en particular, en la gente más o menos normal que se desenvuelve en entornos urbanos y fácilmente reconocibles. “Coño, pues como el cyberpunk”, pensará usted. Pues sí, perspicaz, inteligente y apuesto lector o lectora, como el cyberpunk. Pero hasta cierto punto.