En 2005, mirando lo que nos podría suceder, pensando en el mañana, Juan Ibarrondo publicó Retazos de la Red (Bassarai, Vitoria, 2005). Situado varios siglos por delante de nuestros días, se trata de un volumen que reproduce un libro de Historia que reconstruye el pasado de su mundo ficcional (que se corresponde con nuestro futuro inmediato) de una forma pormenorizada y exhaustiva, con carácter enciclopédico (de hecho, a pesar de no estar articulado el texto por entradas, aunque sí por epígrafes, se titula Enciclopedia de Asís). Posee un acercamiento muy completo y detallado que atiende a elementos políticos, económicos, ecológicos y sociológicos (vestimenta, deportes, costumbres…) siempre con una perspectiva histórica y erudita: se recogen y se explican los acontecimientos incorporando documentos y ofreciendo cuadros, gráficos y esquemas así como algunos pares de escenas relatadas. Finalmente, presenta una utopía ecologista e igualitaria, que constituye la conclusión de todo ese proceso. Sin embargo, este singularísimo y ambicioso trabajo de cuatrocientas páginas resulta muy interesante como ejercicio especulativo, también para el propio género de la ciencia ficción, pero, sin duda, no estamos hablando de una novela.
Algunos años más tarde, el autor regresa a ese contexto con Gerotron 2050. Esta se presenta como una precuela de aquella, aunque permite una lectura independiente sin problemas. De hecho, Gerotron 2050 matiza y equilibra Retazos de la Red hasta el punto de que funciona mejor sin conocer a su predecesora, puesto que la información aparece de manera más comedida, bien enhebrada con el relato, como expondremos a continuación, y permite dosificar las revelaciones jugando con la intriga y la curiosidad del lector.