No sé si alguien por aquí recuerda De la Luna a Mecanópolis. Antología de la ciencia-ficción española (1832-1913). El libro de Nil Santiáñez-Tió se zambullía en los primeros textos de ciencia ficción escrita en España en una antología acompañada de un artículo que proporcionaba a los lectores el contexto para su selección de una docena de relatos y algunos fragmentos de textos más largos del siglo XIX y principios del XX. El libro es casi imposible de encontrar a un precio razonable, algo entendible dada su pequeña tirada y el trabajo de Santiáñez-Tió. Quizás su introducción sea breve para lo que suelen ser las ediciones críticas, pero treinta años después continúa siendo el mejor manual para conocer los inicios de la ciencia ficción en España. Un origen, todo sea dicho, de escaso fuste en comparación con otras literaturas. Pero ese es otro asunto. Este libro del que escribo ahora, elaborado por Mariano Martín Rodríguez, sería su equivalente en lo que a la fantasía épica se refiere, con una componente mucho más intensa en la parte crítica: incluye menos narraciones que el libro de Santiáñez-Tió a cambio de poner toda la carne en el asador de la introducción.
Las primeras 140 páginas de “La Historia de la fantasía épica española temprana” ofrecen esa tarea de contextualización. Definen lo que se entiende por fantasía épica, una labor siempre necesaria cuando existen un conjunto de etiquetas que suelen utilizarse indistintamente, con mayor o menor fortuna (fantasía heroica, alta fantasía, fantasía medieval…). Martín Rodríguez abarca otros terrenos aledaños, como la fantasía de portal, la fantasía folclórica… aportando citas para sustentar sus argumentos. Una vez descrito el terreno de juego, hace un recorrido pormenorizado por los escritores y escritoras que abordaron la fantasía épica en la segunda mitad del siglo XIX. Sobre todo los incluidos en el libro.
Por el material seleccionado, llama la atención la extraordinaria brevedad de la mayoría. En unas historias en las que es tan importante la transmisión del mundo secundario en el que transcurren, esta extensión descuadra. Apenas cuatro, ocho, diez páginas, publicadas originariamente en prensa, en muchas ocasiones con un matiz oriental que se subraya a través del artificio del cuento relatado al sultán de turno o la leyenda de lugares remotos. Martín Rodríguez despliega estas señas de identidad, expone sus posibles por qués, las sitúa en la vida y obra de sus autores, discute sus posibles lecturas, en un cariz que pone al lector como asistente a un seminario universitario sobre el tema. Completo y adecuadamente documentado sin sacrificar agilidad… siempre que se esté interesado, claro.