La pequeña cobertura de los grandes eventos asturianos dedicados a los géneros que Ángel Luis Sucasas ha realizado para El País me ha llamado la atención por su manera de extraer frases lapidarias de las conversaciones que ha mantenido con autores y editores. Frases que darían para tantos titulares mamporreros como artículos de opinión, tan o más aviesos que el siguiente. Mismamente ahí tienen el autoreciclaje de su propia noticia sobre el premio a Cenital, que vuelve a poner en boca de Emilio Bueso una de las boutades más lamentables que recuerdo
esta generación se diferencia de las anteriores en que cuida mucho más su voz literaria.
Tan de caerse por su propio peso que no merece la pena poner negro sobre blanco la retahíla de contraejemplos que la desmontan.
Pero más allá de este ejercicio de descontextualización de una descontextualización, quiero centrarme en el primer artículo sobre el festival de Avilés donde el editor del complejo Minotauro/Timun Mas, José López Jara, rompe en llantos sobre el triste sino de su sello Scyla eBooks. Libros específicamente editados para el mercado de libros electrónico y con precios que van entre los 0,99 y los 2,99 euros. Dice López Jara
“Creo que es una cuestión cultural.” […] “En nuestra línea digital, Scyla, hemos llegado a poner libros a 99 céntimos. Y la gente los pirateó igual”
Vale, se han puesto los libros baratos y se han pirateado, una obviedad como decir “pusimos el libro de texto muy barato y aun así hubo gente que prefirió fotocopiarlo”. “Piratería” ha habido, hay y habrá siempre, por muy accesible que esté ese material. Y a partir de este punto entro en el terreno de la interpretación, la lectura de vísceras y el análisis del vuelo de las aves. Parece que las palabras de López Jara vienen de la mano de la ínfima repercusión que está teniendo Scyla eBooks y la cabeza de turco que ha encontrado para justificarlo.
Me copian.
Me piratean.
Todo gratis.