El tercer volumen de Terra Nova, publicado hace aproximadamente medio año, supone en algunos aspectos un avance respecto al volumen anterior. Por ejemplo a la hora de atraer la atención de sus posibles compradores, con una ilustración de cubierta bastante más adecuada para un público alejado del (micro)fandom. Sin embargo, en lo que a la selección se refiere, la cosa me ha parecido más desigual. La mitad del volumen se fía a tres relatos largos/novelas cortas, situados de manera consecutiva al final y gran parte de la valoración está condicionado por la impresión que produzcan. En mi caso particular, dos me han parecido tan tan flojos que han amargado mi percepción de la antología, con tres o cuatro relatos entre lo mejor de 2014. Especialmente por uno, sin duda entre lo peor publicado con diferencia y, para más inri, ganador de aquel curioso certamen ideado por los editores de la colección para dinamizar la participación de autores hispanos.
Comenzando por los no escritos en castellano, Terra Nova vol. 3 se abre con “El héroe” “El jugador”, de Paolo Bacigalupi. El autor de La chica mecánica explora la influencia que los padres tienen en sus hijos a través de un periodista de Laos emigrado a EEUU. Para indagar en esa conexión, encadena dos narraciones en paralelo: en la principal cuenta su labor mientras se relaciona con la redacción y las noticias, en un entorno donde el peso de las redes sociales y la interacción con los lectores lo domina todo. Mientras, en la “secundaria” se retrotrae a su infancia en Laos y la caída en desgracia de su padre; cómo sus principios estaban por encima de cualquier otra consideración. El clímax en este plano da pie a la resolución en la cual queda claro que es fiel hijo de su padre.