El recientemente fallecido David Gemmell ha sido uno de los principales exponentes de la fantasía heroica en las últimas décadas, continuando una tradición que cultivaron escritores como Robert E. Howard y Fritz Leiber pero que tiene orígenes mucho más remotos. Se trata de un subgénero despreciado por la crítica. En honor a la verdad, es conveniente evitar caer en victimismos y reconocer que este desprecio a menudo está justificado, teniendo en cuenta la escasa calidad y originalidad de muchos de los escritores que lo practican. Sin embargo, también es justo reconocer que la fantasía heroica tiene algo que apela directamente a cierta parte de nuestra imaginación y nuestra naturaleza. Por eso ha existido siempre y seguirá haciéndolo.
La editorial Gigamesh está publicando las obras de Gemmell encuadradas en el ciclo de Drenai, el más célebre de los creados por este autor. En lugar de seguir el orden original de publicación, se ha optado por la cronología interna de la serie. Así, tras la publicación de tres novelas dedicadas a la figura de Waylander el Destructor, Las primeras crónicas nos describe los orígenes de otro héroe legendario de Drenai: Druss el Hachero.