En 1990 un grupo de guionistas y dibujantes capitaneados por el patriarca del tebeo británico, Pat Mills, fundaron la revista de historietas semanal Toxic!, básicamente un 2000 AD más violento, grosero y bestia, en el que los autores conservarían los derechos y el control de sus creaciones, cosa que no ocurría en la venerable cabecera británica. Entre los fundadores se encontraban, aparte del propio Mills, el núcleo de 2000 AD; Alan Grant, Kevin O´Neill, Mike MacMahon y John Wagner. Wagner (veteranísmo guionista del que seguramente conocerán la adaptación cinematográfica de su Una historia violenta) propuso Button Man, un proyecto sobre un asesino a sueldo que estaba preparando con Arthur Ranson, quien ya había dibujado unos cuantos capítulos de la serie de la Juez Anderson y su Psi-Division junto al guionista Alan Grant. Aquí la historia se complica; parece ser que Mills canceló la serie con varios capítulos ya dibujados porque se parecía demasiado a otra creación suya, Accident Man, una historia sobre un asesino a sueldo que acaba adquiriendo conciencia social. Quien fue primero, si Accident o Button, queda para el curioso lector, pero la forma de proceder de Pat Mills no debió ser la mejor, a tenor de lo que cuentan en el prólogo Wagner y, sobre todo, Ranson, que casi llega a alegrarse del fracaso de Toxic! que no llegó ni al año de vida.
En un acto ya cercano a la desesperación, los autores ofrecieron la serie a 2000 AD. Pero como todo el mundo sabe la venerable cabecera británica se especializa en fantasía y ciencia ficción y en un principio Button Man, una serie cercana al género negro, no encajaba en su línea. Pero cuando le presentaron las páginas ya dibujadas por Ranson, a Richard Burton, editor por entonces de la revista, le faltó tiempo para dar luz verde a la publicación de la serie en 1991, serie que finalmente acabó gozando de cierto éxito y varios volúmenes recopilatorios (incluso se barajó una adaptación cinematográfica protagonizada por Leonardo DiCaprio). En 2015 a editorial ECC publicó en España el primero, El juego de la muerte, y en 2016 el segundo, La confesión de Harry Exton. Existe un tercer volumen, Asesino de asesinos, que no comentaré aquí porque acabo de descubrir mientras escribo esta reseña que se publicó en septiembre del año pasado. ¡Aquí en C siempre al día! Y es que la tormenta de publicaciones en la que se ha convertido el mercado del tebeo español no perdona a los que ya tenemos una edad, que vamos con la lengua fuera intentando mantener un ritmo que perdimos hace tiempo.