El mundo del libro en Reino Unido es, a todos los niveles, muy distinto al que podemos conocer en España. Hablamos de un país donde no existe ley de precio fijo, las librerías independientes están en extinción, las editoriales anuncian novedades a bombo platillo a dos años vista y muchas de ellas tienen un tamaño medio que permite emplear a unas cuantas personas en la producción de nuestro adorado artículo.
En el ámbito cultural y social es muy interesante ver cómo la población inglesa compra, lee y recicla los libros. No voy a entrar tanto en las dos primeras dado que terminaría enrollándome mucho más de lo que debiera. Es en la parte de “reciclar” donde me voy a detener. Y lo voy a hacer gracias a las tiendas de segunda mano y las charities, esas tiendas de Oxfam, Cruz Roja u ONG similares que pueblan las principales calles comerciales del país y que cumplen una labor social imprescindible.
Cuando me mudé a Reino Unido hace unos años, mi mentalidad de ciudad pequeña española me hacía algo reacio a entrar en estas tiendas. La idea de comprar ropa y zapatos de segunda mano no me resultaba apetecible. Sin embargo, en el mundo del libro la cosa es diferente. Buena parte de la población británica aporta, de manera regular u ocasional, directa o indirecta, dinero u objetos a las ONGs. Esto hace que el catálogo de libros en estas tiendas sea sumamente interesante. Es muy habitual que una vez leídos acaben donados a estas tiendas como manera de aportar a casusas benéficas. Por tanto, es normal encontrar historias publicadas apenas unos meses antes en ediciones leídas una sola vez y por apenas dos o tres libras. Todos los libros que listaré a continuación se pueden encontrar por menos de cinco libras cada uno, con lo que la hipotética suma total no superaría los treinta o treinta y cinco euros al cambio actual.
A falta de que la nueva biografía del príncipe Enrique inunde las estanterías de estas tiendas en pocas semanas, y siempre teniendo en cuenta el gran tirón del thriller en este tipo de lecturas “palomiteras”, siempre queda un reducto en ellas para la fantasía y la ciencia ficción.
Aunando las palomitas y el género hay varios autores que repiten presencia continuadamente en estas tiendas. Ben Aaronovitch es uno de ellos. Su saga de fantasía urbana titulada Ríos de Londres (Oz Editorial) y protagonizada por el inspector Peter Grant es un autentico superventas en el mercado inglés. Cada libro nuevo suyo es todo un evento para editorial y librerías. El hecho de estar centrada en Londres y utilizar muchas de las conspiraciones y secretos antiguos de la ciudad como hilo conductor de sus historias hace que muchos lectores fuera de género se acerquen a estas novelas que, por otra parte, no destacan especialmente por su complejidad o trama pero que garantizan un rato entretenido al borde de la piscina en las vacaciones. El par que yo he leído ejercen su labor de Kleenex literario de manera adecuada. Cada libro es más o menos independiente, aunque si tras leer uno de ellos os gusta la propuesta os recomendaría seguir el orden de publicación para sacarle mas partido.
Hablando de fantasía urbana hace poco he descubierto gracias a una recomendación cercana una serie de libros escritos por Robert Rankin que se sitúa a apenas unos cientos de metros de mi actual residencia en Londres. La trilogía de Brentford de la que ya hay publicados once libros (la referencia a Douglas Adams se le ha ido de las manos) se inicia con The Antipope, una novela en la que el papa Alejandro VI vuelve a la Tierra y quiere recuperar su puesto papal. Los protagonistas de esta novela son un grupo de personajes del barrio de Brentford y alrededores entre los que se incluye el camarero del pub local llamado The Swan (¿habrá algún barrio de Reino Unido que no tenga un pub llamado de esa manera?). Una historia de demonios, papas, artes marciales, mucha cerveza y una ironía que recuerda a Pratchett que podría ser un diamante oculto. Espero averiguarlo pronto.
Cada vez es más habitual encontrar de segunda mano libros de la colección de clásicos de la ciencia ficción que publicó la British Library en los años anteriores a la irrupción de la pandemia. Más allá del notable listado de autores dentro de las numerosas antologías de esta colección coordinadas por Mike Ashley, algo por lo que destaca es por la cantidad de textos contextuales que incluyen y, en muchos de los casos, análisis de las obras contenidas. Apenas un puñado de libros de estas colecciones se han centrado en un solo nombre. Hace un tiempo os recomendé a modo histórico la lectura de The Question Mark, de Muriel Jaeger pero también se publicaron otras de William F. Temple, John Brunner o Ian MacPherson. Ediciones en tapa blanda a tamaño de bolsillo con obras clásicas cuyo mercado termina siendo principalmente el de segunda mano desde el mismo día de su publicación.
Al igual que en España, es curioso comprobar como hay ciertos nombres de género que generan cierta confusión a la hora de colocar sus libros en la estantería adecuada. Sorprende encontrar habitualmente a China Miéville dentro de la sección de narrativa general en ocasiones acompañado de otras como N.K. Jemisin. No sucede lo mismo con George R.R. Martin con el que parece claro y es frecuente encontrar alguno de los volúmenes de la saga de Canción de Hielo y Fuego poblando las librerías de ONG.
Esta confusión se repite con un autor que en España llegó a tener editados varios libros en la época que Nova publicaba más de cuatro autores al mismo tiempo. Jasper Fforde tiene en su bibliografía unos cuantos libros sumamente divertidos pero la serie que le hizo conocido fue Thursday Next, en la que conocemos a una detective literaria del mismo nombre que se encarga de perseguir plagios, recuperar manuscritos robados o resolver secuestros de personajes como Charlotte Brontë. Aunque pueda parecer una fantasía urbana como las que mencionaba antes, esta serie de Fforde se sitúa en un mundo fantástico alternativo marcando diferencias con las sagas de Aaronovitch o Rankin. La de Thursday Next es una de esas series que se quedaron en un limbo editorial seguramente para siempre pero que en Reino Unido son de culto y siempre están presentes en librerías de material nuevo y de segunda mano. Muy divertida y recomendable, aunque igualmente creo que gana entero dejando un tiempo prudencial entre libros de manera que los recursos utilizados no se agoten rápidamente.
Recientemente me ha llegado una recomendación que no tenía en mi radar y que ya solo es posible encontrar por la vía de la segunda mano online. Para hablar de ella primero debo contar que hace unos meses tuve la oportunidad de atender a una de las jornadas del Kingston International Film Festival en el barrio londinense de mismo nombre, donde una de las películas era The Ballad of Billy McCrae. La película no pasará a la historia pero su guionista resulta ser un autor de novelas de ciencia ficción: Philip Palmer, del que varios asistentes me recomendaron Version 43. Publicada en inglés en 2010 se trata de la historia de un cyborg a lo Robocop que es enviado a un remoto planeta para investigar un crimen y acaba siendo asesinado en múltiples ocasiones. A mi todo esto me recuerda a las actuales series de Matabot de Martha Wells o Mickey7 de Edward Ashton. Sin embargo, la promesa de cuerpos apilados y acción me atrae lo suficiente para hacer con una de esas copias por dos libras que aparecen listadas online.
Volvemos a la tienda física de segunda mano porque uno de los autores de género que aparece recurrentemente es Christopher Priest. El reconocido autor de El Prestigio sigue en plena forma publicando casi una novela por año, aunque en España su suerte editorial hace mucho tiempo que dejó de ser siquiera un tema de conversación. Curiosamente, también en Reino Unido resulta difícil encontrar sus nuevas novelas en librerías a pesar de que los clásicos siempre están presentes. Hace unos meses conseguí un ejemplar de una vetusta edición de Fuga para una isla por una libra y, siendo más concreto, es habitual encontrar novelas como The Islanders, La separación o El mundo invertido en librerías de viejo o benéficas. Nunca he encontrado, eso sí, la conspiranoica An American Story. También en C ya comenté en su momento el buen sabor de boca de La Afirmación, a partir de la cual he ido poco a poco recuperando alguna lectura del autor inglés. Más allá de que haya novelas mejores o peores, sus libros son a nivel formal de lo más fluido y delicioso que se puede leer en el mercado.
En la misma estantería que Priest, Martin o Aaronovitch encontré recientemente a C. J. Cherryh. Si antes comentaba Priest está olvidado en el mercado nacional, Cherryh no le va a la zaga. Un arrugado volumen omnibus de la trilogía The Faded Sun era el vestigio de una autora que ha estado nominada en múltiples ocasiones a todos los premios de la fantasía a nivel internacional pero cuyas últimas novelas jamás he visto en una librería inglesa. Eso teniendo en cuenta que este 2023 publica la novela ¡22! de su serie Foreigners (de la que en España apenas se publicó el primer volumen). Echando un ojo a la historia de esta trilogía no parece un volumen que me fuera a resultar interesante pero dado mi desconocimiento de la bibliografía de Cherryh estoy abierto a sugerencias sobre qué obras debería leer. Y un enlace a cómo conseguirlas en el mercado de segunda mano, ya de paso.
Finalmente, no quiero dejar pasar una novela que también encuentro habitualmente en las tiendas benéficas. No es otra que la imprescindible La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger. Una de las pocas historias que me dejó un nudo en la garganta y recomiendo aún más con cada adaptación horrible que se va llevando a cabo estos últimos años a cine y televisión. Por cierto, que ya se venden entradas para su adaptación a obra de teatro que llegará en otoño de este 2023 al West End londinense. ¿Será un nuevo fracaso? Miedo me da.
Con todos estos títulos tendríamos una bolsa de tela perfectamente cargada para el regreso a casa. Incluso si te ha sobrado alguna libra puedes llevarte una camiseta o un DVD de una temporada cualquier de Lost. O un pack con la serie completa de Alias. Voy a ponerme con alguno de los libros listados a ver si pueden ser incluidos en el próximo Clásico o polvoriento.