Pronto, de Elmore Leonard

Pronto

Pronto

Desde hace mucho tiempo me gusta la novela negra. Todo comenzó con el cine, supongo que viendo el Sueño eterno de Hawks, pero después de degustar esta y otras maravillas (por nombrar mi otra favorita, El halcón maltés de Huston) me entró curiosidad por el género en los libros y… Ahí estaban Dashiell Hammett, Raymond Chandler y el resto de maestros de los primeros años. Herederos de la “novela problema” victoriana (podríamos remontarnos a Poe con sus cuentos de Dupin) pero con un toque urbano y salvaje que les condujo a inventar y llevar a su cumbre el género negro. Luego todo evolucionó. El hardboiled más bestial de los 50 y 60, la locura genial de Jim Thompson, el lirismo de Charles Williams o el toque “polar” francés de José Giovanni. Y un maestro como James Ellroy que lleva el género a nuestros días. Podrían citarse más nombres, lo sé, pero estos son mis favoritos.

El recientemente fallecido Elmore Leonard es un caso especial. En España no es muy conocido y en USA probablemente, o eso me parece a mí, no está considerado como un “grande”. Pese a que muchas de sus obras han tenido adaptaciones al cine, no recuerdo que ninguna se haya publicitado como “basada en la obra de Elmore Leonard”. Con una excepción: la tarantiniana Jackie Brown (la novela se titula Rum Punch). En palabras del autor, sus novelas se basaban en los diálogos; mientras escribía aseguraba que ni él mismo conocía el final. Era de la interacción mediante las conversaciones de sus personajes como iba creando, de forma improvisada, las tramas hasta que, por sí mismas, sus “criaturas” llegaban a la palabra FIN.

Hasta ahora he leído tres novelas de este autor y, ciertamente, da la impresión de que todo esto es cierto. El armazón principal que las vertebra tiene su corazón en la velocidad trepidante de sus diálogos, que en todo momento resultan interesantes y con un toque de humor muy especial. Los finales son sorprendentes y sí que dejan el poso de que lo que sucede es consecuencia de cómo se han ido comportando-comunicando los personajes a lo largo de la obra. Según cuentan mentiras, verdades, anécdotas y tonterías se intuye cómo son internamente y se comportan de forma consecuente con todo ello.

Justified

Justified

La novela que nos ocupa es Pronto (1993) y curiosamente, en estos momentos, podría estar de mucha actualidad para los que les gustan las series de televisión. No sé si conocéis Justified. Os la recomiendo. Es una joya no demasiado conocida basada en personajes de Leonard, que desempeñó tareas como productor ejecutivo hasta su reciente fallecimiento. Pues bien, su protagonista, Raylan Givens, hace su primera aparición en esta novela. Siempre que se comenta este detalle se añade que aparece como mero personaje secundario, pero no estoy de acuerdo. Pronto, como las otras novelas que he leído del autor, tiene unos personajes que son protagonistas “múltiples”. Según la manera tradicional de entender las cosas, el protagonista sería Harry Arno, corredor de apuestas que ha llegado a su edad de jubilación y que tiene la mala suerte de enredarse en una trampa del Departamento de Justicia que le lleva a ser perseguido a muerte por su “jefe”. El motivo de su “supuesto” protagonismo probablemente radica en que es el personaje que se nos presenta primero y que su desgracia es motivadora de todo lo demás. Pero Raylan, miembro del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos, que tiene la mala pata de que se le escape dos veces Harry, su prisionero, tiene una importancia similar e incluso más páginas dedicadas a su desarrollo.

El resto de los personajes son: Jimmy ‘Cap’ Capotorto, jefe del crimen en la zona donde se desarrolla la acción al principio (Miami), tiene sobrepeso, es miedoso y se ve desbordado por la problemática que le genera la ejecución de Arno. Nicky Testa,  guardaespaldas-chico para todo del jefe, un culturista que ha llegado a esta ocupación porque quiere demostrar que es el tío más duro del barrio pero que, en el fondo, no tiene lo que hay que tener. La novia de Harry, Joyce Patton, que pese a sus años se conserva estupendamente, cuyo trabajo se ha desarrollado en clubs de striptease y ahora es modelo de folletos publicitarios de moda para “maduritas”. Y, por último, Tommy Bucks, el maravilloso asesino a sueldo que tiene el encargo de matar a Harry y que persigue este objetivo mucho más allá de lo que sería razonable; un perturbado inmigrante siciliano que tiene como héroes a los mafiosos “clásicos”. No son todos los personajes que aparecen, alguno más hay, pero sí que son los que deberían ser considerados como “el protagonista múltiple”. Si os fijáis, todos comparten una característica en común: hasta Raylan, con su carrera en entredicho por las fugas de Arno, son unos perdedores. En las novelas de Leonard no hay triunfadores. Todos, en un momento dado, se equivocan o directamente fracasan en sus aspiraciones.

De una manera vertiginosa el destino les lleva y les trae de problema en problema hasta el sorprendente final, que empalma con el primer episodio de Justified. Es como leer el prólogo de la serie. Y menudo prólogo: entretenido y sorprendente (aunque algo menos si ves antes la serie, pese a que cambia un poco). En definitiva, una buena novela negra.

Pronto (VIB, 113/2, 1997)
Pronto (1993)
Traducción: Alberto Coscarelli
Bolsillo. 335pp.

Un comentario en «Pronto, de Elmore Leonard»

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