Hace muchos años tenía fijación con el personaje de Marshal Law, la salvaje sátira de Pat Mills y Kevin O´Neill sobre el superhéroe norteamericano. Seguiré defendiendo la primera miniserie contra viento y marea, sin embargo reconozco que lo que vino después no era muy allá. Pero leyendo el demenciado cross-over Marshal Law vs Hellraiser (seguramente sólo lo recuerdo yo), quedó indeleblemente grabado en mi memoria el relato de un cenobita que rememoraba sus tiempos como soldado en la I Guerra Mundial. Recuerdo sobre todo una ilustración de O´Neill, en la que unos soldados británicos pasaban a bayoneta a unos desdichados alemanes que habían sido encadenados a las ametralladoras para que no pudieran huir.
Así que, como persona aficionada a los relatos morbosos y desquiciados y fan de Pat Mills, que cuando lo hace bien, lo hace MUY BIEN, al enterarme de que el venerable guionista inglés tenía en su haber un folletín antibélico de chorrocientos capítulos sobre las peripecias de un soldado en la I Guerra Mundial, supe que tenía que leerlo sí o sí.
Charley´s War se publicó en UK entre finales de los setenta y mediados de los ochenta, en el semanario “Battle”, un tebeo barato de impresión infame. En él se narra la peripecia bélica de Charley Bourne, el soldado arquetípico, un muchacho ingenuo y patriota y, por eso mismo, candidato a carne de cañon, que se alista con dieciséis años para ser arrojado de inmediato a la batalla del Somme, una carnicería donde murieron o fueron heridos más de medio millón de soldados para avanzar siete millas y tomar dos pueblos. El formato de serie semanal se nota un güebo; el ritmo es infernal y las aventuras se suceden sin descanso; Charley acaba pateándose todo el teatro de guerra europeo y metiéndose en los mejores fregaos, ya saben, esas convenciones de los tebeos que hemos aprendido a pasar por alto. Que se lo digan al seguidor de Spiderman.
Los temas recurrentes de otros tebeos de Pat Mills aparecen aquí, la sátira de la autoridad y las jerarquías y la tragedia de la clase trabajadora, traicionada y enviada a la muerte como carne de cañón por una élite económica, política y militar miserable, para ser luego ninguneada por la historia. Vamos, la lucha de clases bélica. En Charley´s War se reivindica el coraje, la dignidad y la valentía de miles de soldados anónimos, los verdaderos héroes, que morían como moscas por apenas unos metros de tierra, en una guerra conducida de forma inepta y hasta estúpida, en la que se cometían todo tipo de barbaridades sin ningún escrúpulo, donde las nuevas tecnologías (tanques, química) chocaban con unas estrategias militares propias del siglo XIX, arrojando cientos de miles de muertos como resultado. Es la historia de los policías que se negaban a disparar a los desertores y acababan de cocineros en el frente, de esas cartas angustiosas y emotivas en las que soldados que apenas sabían escribir relatan su sufrimiento. Y finalmente es la necesidad de mostrar la verdad, aunque los soldados británicos no quedasen muy bien parados, de denunciar a ese establishment que envió a toda una generación a la muerte y que sigue ahí, más sofisticado, mejor encubierto, controlando mejor la información, pero siempre presente; al fin y al cabo la guerra es una herramienta economica más en la que se sacrifican las vidas de millones de inocentes en beneficio del poder político y económico. No es de extrañar que en Charlie´s War los alemanes aparezcan tan perdidos y aterrorizados como los ingleses, porque en el tebeo los enemigos no son ellos, son la policía militar, los civiles corruptos, los comandantes y Snell, el despiadado capitán británico.
Por otro lado, el trabajo de Joe Colquhoun es excepcional. Se trata del típico dibujante profesional que entrega siempre a tiempo, modesto, capaz de dibujar cualquier cosa, de captar el dramatismo de la escena más brutal, el momento emotivo o el humorístico, con dinamismo, precisión y detallismo (a veces excesivo). Salvando las inmensas distancias, recuerda a todo un Solano López en todo un Eternauta.
Tras la historia de la poco conocida invasión de Rusia por los aliados en 1919, los planes de Pat Mills eran continuar hasta el ascenso de Hitler, con un Charley Bourne en el paro. Habría un Charley´s War ambientado en la II Guerra Mundial, protagonizado por el hijo de Charley y otro en Irlanda del Norte protagonizado por su nieto, que tratarían sobre esa relación entre el poder económico y la guerra y su evolución. Pero a Mills se le negaron los fondos para realizar el exhaustivo trabajo de investigación que necesitaba la serie y abandonó. Charley continuó un par de años más con otro guionista, narrando sus peripecias durante la II Guerra Mundial, hasta que la serie cerró finalmente en 1985. En 2004 Charley´s War fue reeditada por Titán Books en libros de gran formato de cientoypico páginas cada uno, alguna página mejor escaneada que otra y con abundante información adicional, de los que se han publicado ocho títulos hasta la fecha.